Los nevos melanocíticos congénitos (NMC) son un tipo especial de lunares. Los NMC ocurren cuando las células que hacen los pigmentos (melanocitos) crecen en exceso en la piel de un feto en formación antes de nacer. No son causados por nada que la madre haya hecho ni haya dejado de hacer durante el embarazo. Estos lunares ya están allí cuando el bebé nace, se mantienen en su piel de por vida y aumentan de tamaño mientras el niño crece.