El daño por plomo a la salud poblacional no es el saturnismo, sino la intoxicación crónica a dosis bajas. Aunque la máxima en toxicología de "a mayor dosis, mayor el efecto" aplica al plomo, enfocarse en prevenir exposiciones bajas o moderadas es más relevante para la salud pública. Esta es la paradoja de la prevención de la intoxicación con plomo: la gran mayoría de las personas tiene concentraciones relativamente bajas de plomo en sangre, pero al no haberse identificado un umbral por debajo del cual el plomo en sangre no dañe la salud, es en estos casos en donde más se concentra la carga total de la enfermedad atribuible al plomo. En México, la intoxicación con plomo ha sido una epidemia silenciosa: en 2019 resultó en la pérdida de más de 245 000 años de vida saludable.