Background: The COVID-19 pandemic was declared in 2020. The shortage of diagnostic tests limited monitoring of the first wave of the pandemic. This study estimates and describes the wave in Navarre (Spain).
Methods: Enhanced epidemiological surveillance, seroepidemiological survey estimates and mortality registries were used to characterise the first wave of the COVID-19 pandemic from February to June 2020 in Navarre.
Results: A total of 10,358 persons (1.6?% of population) were confirmed with COVID-19, 1,943 cases were hospitalized (3 per 1,000 inhabitants), 139 were admitted to the ICU (21 per 100,000 inhabitants), and 529 people died from confirmed COVID-19 (80 per 100,000). Mortality increased exponentially with age, exceeding 1?% in people over 85 years. 58?% of deaths occurred amongst nursing home residents. The mortality registry received reporting of 733 confirmed or probable COVID-19 deaths, while the excess deaths during this period were 613 (20.9?%) concentrated from mid-March to the end of April. It is estimated that, at the end of June, 6.7?% (n?=?44,000) of the population had detectable antibodies against SARS-CoV-2 and 10.3?% had had the infection. The estimates of SARS-CoV-2 infection incidence increased sharply in the first half of March and decreased quickly during the home lockdown in the second half of March.
Conclusions: The first wave of the pandemic produced a high number of cases, hospitalizations and deaths in Navarre in a few weeks. The pronounced decrease of SARS-CoV-2 infections during the home lockdown suggests considerable efficacy and impact of this measure for transmission control.
Fundamento:: En 2020 se declaró la pandemia de COVID-19. La escasez de pruebas diagnósticas limitó la monitorización de la primera onda pandémica. El objetivo fue estimar y describir esta onda en Navarra (España).
Métodos:: La primera onda pandémica en Navarra, desde febrero a junio de 2020, se caracterizó a partir de la vigilancia epidemiológica reforzada, de la encuesta seroepidemiológica nacional y del registro de mortalidad.
Resultados:: Se confirmaron 10.358 personas con COVID-19 (1,6 % de la población), 1.943 requirieron ingreso hospitalario (3 por 1.000 habitantes), 139 ingresaron en UCI (21 por 100.000) y 529 fallecieron (80 por 100.000). La mortalidad aumentó exponencialmente con la edad, superando el 1 % en mayores de 85 años. El 58 % de las defunciones ocurrieron en residentes en centros socio-sanitarios. El registro de mortalidad recibió notificación de 733 muertes por COVID-19 confirmado o probable, mientras que el exceso de mortalidad fue de 613 defunciones (20,9 %) concentradas entre mediados de marzo y finales de abril. Al final de la onda, se estima que el 6,7 % (n = 44.000) de la población tenía anticuerpos detectables frente al SARS-CoV-2 y el 10,3 % había pasado la infección. La incidencia de infección estimada aumentó abruptamente en la primera quincena de marzo y descendió rápidamente durante el confinamiento domiciliario en la segunda quincena de marzo.
Conclusiones:: La primera onda pandémica produjo un número enorme de casos, hospitalizaciones y defunciones en Navarra en pocas semanas. El marcado descenso de los contagios durante el confinamiento domiciliario sugiere una eficacia y un impacto considerables de esta medida en la contención de la transmisión.