Evaluating the economics of complementary and integrative medicine

Glob Adv Health Med. 2013 Mar;2(2):56-63. doi: 10.7453/gahmj.2013.002.

Abstract

Healthcare in the United States is expensive and becoming more so every year. Policy and decision makers increasingly need information on costs, as well as effectiveness and safety, in order to formulate health-care strategies that are both clinically effective and financially responsible. Many people believe the benefits of complementary and integrative medicine (CIM) exceed its costs. Surveys have shown that a substantial portion of the US population uses CIM and pays directly for that use.(1) (-) (4) The most recent estimates show that total US out-of-pocket expenditures for CIM were $34 billion-11% of all US out-of-pocket healthcare expenditures.(1) However, if CIM is to be considered in broader healthcare strategies, its economic impact must be determined. Theoretically, CIM seems a good candidate for cost-effectiveness, and even cost savings, because it avoids high technology, offers inexpensive and noninvasive remedies, encourages healthy lifestyle change, and focuses on the whole person, all of which may improve health beyond the targeted disease or condition. However, to many in the conventional health-care system, CIM is seen only as an "add on" expense. What must be demonstrated via economic evaluation are the healthcare costs that can be avoided through the use of CIM. CIM offers the potential for several avenues of cost reduction. The first is as a direct replacement for the usual conventional therapy for a condition. The second is in terms of lower future healthcare utilization both in general (through treating the whole person) and for the targeted disease or condition. A third avenue to cost reduction is through reducing productivity loss for employers. A reduction in costs to employers does not directly reduce healthcare costs (unless the employer is itself a health-care facility); however, both are costs to society. Productivity losses can be reduced through improved employee health, and potentially through the improved employee well-being and empowerment offered by CIM.

在美国进行医疗保健很昂贵,且年 年递增。政策和决策制定者越来越 需要获取关于费用,有效性和安全 性的信息,以制定临床有效且经济 的医疗保健政策。许多人相信补充和整合医学 (CIM) 的益处超过其成本。调查已显示美 国人口中有相当一部分使用 CIM 并直接为之付款。14最近的估算 显示美国 CIM 现款支付总额为 340 亿美元,占美国全部现款支付医疗 保健开支的 11%。1但是,如果要 在更宽泛的医疗保健策略中考虑 CIM,则必须确定其经济影响。理论上讲,CIM 似乎是有效控制成 本的良好候选,其甚至可节省成 本,因为其不用高科技,提供价廉 和非侵入式的救治方法,还鼓励改 用健康的生活方式及以整体来关注 个人,所有这些都可能改善整体健 康,超出仅对靶向疾病或病况的治 疗。但是,对于常规医疗保健系统 中的许多人而言,CIM 只被看作“ 附加”开销 必须通过经济性评估 而证明的,是因使用 CIM 而可以 避免的医疗保健成本。CIM 为消减成本提供了多条可能的 渠道。首先是作为一病情的常规治 疗的直接替代品。其二是降低对未 来医疗保健的利用,包括总体(以 整体来治疗个人),及靶向疾病或 病况。消减成本的第三种渠道是让 雇主的生产力损失得以减少。减少 雇主成本不会直接消减医疗保健成 本(除非雇主本身即是医疗保健机 构);但是,这两种成本均属社会 成本。生产力损失可以通过员工健 康的改善,也可以潜在地通过提高 员工福利和CIM 的赋能得到改善。

La atención sanitaria en Estados Unidos es costosa y su coste aumenta cada año. Los encargados de la elaboración de las políticas y de la toma de decisiones necesitan cada vez más información sobre los costes, así como de la seguridad y eficacia, para formular estrategias de atención sanitaria que ofrezcan eficacia clínica y responsabilidad financiera.Muchos creen que los beneficios de la medicina complementaria e integradora (MCI) superan sus costes. Diversos estudios han demostrado que una parte importante de la población estadounidense usa la MCI y paga directamente tal uso.14 Los cálculos aproximados más recientes muestran que el total de gastos directos en Estados Unidos para la MCI ascendió a 34 mil millones de dólares, el 11 % de todos los gastos sanitarios directos estadounidenses.1 Sin embargo, si se pretende incluir la MCI en las estrategias sanitarias más amplias, debe determinarse su impacto económico.En teoría, la MCI parece un buen candidato para obtener rent-abilidad e incluso ahorro de los costes, ya que evita la alta tecnología, ofrece remedios económicos y no invasivos, promueve un cambio a un estilo de vida saludable y se centra en la persona en su totalidad, todo lo cual puede mejorar la salud más allá de la enfermedad o el trastorno que se pretende tratar. Sin embargo, muchas personas del sistema sanitario tradicional consideran que la MCI es únicamente un “gasto adicional”. Lo que debe demostrarse mediante una evaluación económica son los costes económicos que pueden evitarse por medio del uso de la MCI.La MCI ofrece diversas avenidas posibles para la reducción de los costes. La primera es la sustitución directa del tratamiento tradicional habitual para un trastorno. La segunda se obtiene gracias a una menor utilización de la atención sanitaria en el futuro tanto en general (el tratamiento de la persona en su totalidad) como para la enfermedad o el trastorno que se trata. Una tercera vía hacia la reducción de los costes es mediante la reducción de las pérdidas de productividad de empleadores. La reducción en estos costes no disminuye directamente los costes sanitarios (a menos que el empleador sea un centro sanitario). No obstante, ambos son costes para la sociedad. Las pérdidas de productividad pueden reducirse por medio de la mejora de la salud de los empleados y, posiblemente, por la mejora de su bienestar y la autonomía que ofrece la MCI.

Keywords: Healthcare; complementary and integrative medicine; costs; economic evaluation.

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